CUANDO LA TIERRA TIEMBLA

uando la tierra tiembla.

Camino del espacio ceremonial el indio recoge las finas ramas que encuentra a su paso. Dentro del círculo mágico prende la hoguera mientras recita los cánticos de apertura. Los cascabeles cantan un salpicar rítmico que te invita a seguirlos, el crepitar de las ramas parece querer acompañar a la música y el susurro del viento se viste con la plegaria para trasladarla por el universo.


Hoy el canto del brujo se torna triste, la naturaleza muere por la mano del hombre y él solo dispone de su magia para aliviarla, cedería su fuerza espiritual para sanar a su madre, la madre de todos que ahoga su auxilio entre desechos contaminantes. El hermano lobo se le uniría si por esta parte quedase alguno, pero hace décadas que los exterminaron. El hermano oso se habría unido a su plegaria si no fuese porque los que quedan vivos andan encarcelados por su propio bien; dicen.


En un gesto de suplica el brujo cae de rodillas, eleva sus brazos hacia el cielo rojizo y detiene su canto para gritar desesperado el nombre de sus ancestros, les recuerda sus días vividos en armonía, subsistiendo con una caza justa, en verdes y frondosos prados bordados con ríos de agua cristalina. Se tira de bruces sobre el polvoriento suelo recoge un puñado de arena y se la lleva a la boca, después exclama: Antes esto era hierba, ¡frutos! ahora la tierra es yerma como la roca dura de una oscura cueva. ¡No, soy injusto! la cueva da cobijo y esta tierra envenenada solo refleja su muerte.


Un trueno ensordecedor parece responder desde lo más profundo del mundo de los no presentes…Se incorpora, abre su bolsa y extrae una tiza añil, dibuja una estrella, su quinto brazo apunta al noroeste. Con el cuchillo mágico hace una incisión en su palma, y con una pluma de cóndor mojada en su sangre escribe en el suelo, dentro de la estrella, un conjuro en su lengua materna.


Truenos comienzan a sucederse uno tras otros y pronto arranca un aguacero que no se atreve a derramarse sobre el espacio ceremonial. La hoguera toma más vida, sus llamas se elevan hasta el infinito originando un remolino incandescente. El rojo y naranja de sus llamas se desgasta a un blanco cegador. El brujo sabe que es el momento y se vuelve hacia la hoguera abandonado el interior de la estrella.


No tiene miedo, su alma es pura, y los puros son guerreros enviados del Gran Espíritu. Se adentra entre las llamas blancas y estas van recobrando enérgicamente sus colores primigenios, el cuerpo del brujo comienza arder haciéndose uno con el fuego. No queda nada de él, ni las cenizas que se elevaron por el remolino incandescente hacia el infinito. El cielo cobran silencio, la columna de fuego se extingue y la lluvia desaparece. El más absoluto de los silencios, un silencio vacio, lo embarga todo. Un mutismo general sella la naturaleza….


La noche ha llegado rauda, y el bullicio de la ciudad es insoportable, parece haber más gente desfilando que por el día. Sirenas, disparos, gritos…poca felicidad y demasiada amargura. El suelo tiembla, una convulsión rabiosa hace crujir los edificios, la muchedumbre recorren las calles a oscuras, buscan una salida entre los autos que se amontonan colisionados mientras los cascotes les golpean con violencia. Al mismo tiempo que un terremoto se hace eco por todo el planeta, dentro de la estrella dibujada por el brujo en el espacio ceremonial emerge una figura hecha de polvo y fuego. Al contacto con el aire se va solidificando tomando la perfecta forma humana del brujo renacido de entre los muertos.

Del Caos, se alimentará del caos, ya no es humano, y allí donde vaya sembrará catástrofe para liberar a su madre del sufrimiento. A sus hermanos los ve como despreciables parásitos sanguinarios, a los que habrá de aplastar. De los ojos del brujo brotan las sombras de grajos que escudriñarán la tierra en busca de las misiones más apremiantes. El viento se alía forjando un carro alado para su trasporte; aullará bravo hacia su vengativo destino…


Esta noche algo se ha revelado más allá de las entrañas de la tierra removiendo una fuerza ignorada, sepultada en el olvido, tan temible que nadie se atrevía a memorar. Todo aquel que vive vinculado a la magia sintió una garra oscura rasgando el velo de la concordia entre los tres mundos:


El Corpóreo: donde todo es tangible, hasta las energías más sutiles y manipulamos con los conocimientos adquiridos.


El Reflexión o de los Espíritus: donde tomamos consciencia del universo una vez superado el transito, y aprendemos a acortar nuestras limitaciones.


El de los Deseo o Mágico: que sirve de puente entre ambos, creando y enlazando las cualidades.


Todo aquél por mínimo que sea su vinculo, ha sentido la llamada, aunque pocos, solos los elegidos, sabrán percibir y localizar el punto de encuentro, los que no, sentirán una inquietud desbordante como el que sabe de una forma certera que algo extraordinario va acontecer. En la más absorta concentración, uno a uno, de la forma particular aprendida, se adentra en el mundo de los sueños, donde ha sido convocado el encuentro. Allí todos los seres tienen voz, no importa su juventud ni inexperiencia. Los ancianos ya lo advirtieron:” Si nos refugiamos en el libre albedrio para dejar manipular el mundo Corpóreo sin normas, donde pocos tienen consciencia de los lazos espirituales, el respeto por la vida se perderá, y con ello un alma furiosa despertará la fuerza del Caos. Sin remordimientos y ansiado de venganza, los tres mundos sucumbirán un cruel destino final.”

Esta noche los que negaron su apoyo al pasar delante de la corte de ancianos bajan la mirada. El libre albedrio, era necesario para que los seres al transitar el mundo Corpóreo crecieran a través de la experimentación de sus conocimientos de una forma autónoma, pero no todos al ingresar han alcanzado el suficiente grado espiritual para ver más allá de lo material y su sufrimiento, con el riesgo de que el egoísmo arraigue en sus decisiones.


Por respeto son los mayores los que primero tiene la palabra, aunque se puede intervenir en cualquier momento. El mandatario Nakdor se dirige hacia el centro pero antes de que medie palabra unos silfos irrumpen sobrevolando emitiendo un pensamiento: han localizado al Caos, pretende destruir donde nuevas perforaciones extraen el elixir negro de la tierra, terremotos en cadenas arrasaran parte de dos continente. La alarma se hace latente contagiándose entre los asistentes. Determinan aplazar la reunión y se disponen a tejer una red de hilos espirituales que amortigüe la devastación. Avisan a los ondinos que utilicen su medio, el agua, para expandir la vibración de la red por medio del acumulador de materias sutiles y mientras las sirenas refuercen los puntos de unión en la red sellándolos con tonos de tus cánticos. Puede que no sea suficiente. Temen que el hombre desaparezca como especie y con ello el equilibrio, ya que la usencia de buenos deseos mermaría la energía que desarrolla la magia y con ello los puentes desaparecerían entre mundos.


Saben que aunque ganasen esta vez no habrá terminado la contienda, que muchas Almas se perderán hasta que aplaquen al Caos, un sacrificio necesario e inevitable para la supervivencia.

3 comentarios:

M. J. Verdú dijo...

Leer tu relato me ha resultado agradable y entretenido. Saludos y feliz fin de semana

opoxun dijo...

Me ha gustado mucho.

Rain dijo...

Sabes que fantasía no es mi género pero me ha gustado, creo que te daría para más si quisieras.
Saludos.

.




Image hosted by servimg.comImage hosted by servimg.comImage hosted by servimg.com

NO OLVIDES

NO AL ABUSO DE MENORES
NO A LA PORNOGRAFIA INFANTIL
NO AL MALTRATO
NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO
NO AL RACISMO
NO A LA DESIGUALDAD
NO A LA GUERRA