Todos duermen en la ciudad prohibida acunados por la quietud de la fortaleza de sus murallas. Altas, majestuosas, pura piedra que provoca envidia a las montañas más pétreas y elevadas por su pureza y cuidado por el hombre.
Han vivido más de 100 guerras custodiando como fiel guerrero a los durmientes soportando la ira de los enemigos más destructores. Pero hoy, esta noche, la piedra se quejó abriendo una brecha en su costado, una brecha invisible infringida desde otro mundo…
1 comentario:
leamos pues ;-)
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