Ante los reclamos y advertencia de éste la reina extiende una palma y materializa una daga que hunde sin remordimiento en su corazón, al intentar esquivar una próxima estocada, dos soldados le sujetan por los brazos, el primer ministro baja la cabeza y se resigna. Yun quiere correr socorrer al primer ministro. Grita: ¡Deteneos! cuando ve a su madre encolerizada y fuera de sí asestar otra puñalada en su sangrante corazón.
Arrastrada por la frustración vuelve a gritar, la distancia hasta el primer ministro es insalvable, no se desplaza, no emite sonido; sus pies están inmóviles y su garganta sellada. No entiende como nadie se revela, ni su hermano ante las declaraciones de guerra de la reina, es como si nadie más hubiese escuchado sus palabras, pues siguen degustando el festín sin inquietarse ni ante la cruenta escena; el ministro yace en el suelo ya nada se puede hacer por su desdichada fortuna.

NO OLVIDES
NO AL ABUSO DE MENORES
NO A LA PORNOGRAFIA INFANTIL
NO AL MALTRATO
NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO
NO AL RACISMO
NO A LA DESIGUALDAD
NO A LA GUERRA
3 comentarios:
Siempre me quedo con ganas de más... esa reina misteriosa...
Aún así me encantan tus cuentagotas!
Besos Max
que bueno pero quedo sin respiracion esperando mas .................
HOLA QUE PRECIOSAS REYNAS ME GUSTARIA LEER MAS Y LLEGAR A SU ALMA PARA VER SU EGO ... UN SALUDO BONITAS PALABRAS SABEN A POCO
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